¿No has sentido esas cosquillas en el estómago? ¿No has visto el brillar en sus ojos cuando lo ves caminar? Porque así es como no puedo evitar sentirme.
You light me up.
11:11 es el momento en el que no puedo dejar de pensar en qué podrá pasar cuando te decidas a amarme.
sábado, 6 de noviembre de 2010
La princesa que creía en los cuentos de hadas.
Vicky era el otro yo de Victoria.
Ambas, compartían sus sueños y querían hacerlos realidad juntas.
Pero todo cambia cuando Victoria crece.
Sabía que tenía que dejar sus tonterías de niña a un lado, porque era tiempo de madurar.
Ella creía que madurar implicaba hacer lo que sus padres siempre le habían dicho: no soñar tanto.
Vicky estaba triste porque Victoria se estaba olvidando de ella, y la encierra en su clóset; dejaba a esa pequeña niña que había crecido con ella, para convertirse en una buena persona y comportarse como una princesa, tal y como decía en el reglamento de princesas.
Y es así como Victoria crece, encontrando un día a su príncipe...
Por eso mejor hoy te largas, no te quiero cerca...
¿Qué pasaría si te confesara esto que siento?
-Sería mala idea, no?-
No lo haré... no te diré lo que siento, porque talvez no te interese.
No te interesará porque no me amas, y lo sé.
Sé que tu corazón pertenece a alguien que no te quiere... y es tan gracioso,
porque yo te amo, y tú la amas a ella...
Pero, creo que no te amo. Talvez es un sentimiento confuso.
Talvez sólo te quiera demasiado, y por mi soledad creo que te amo.
No quiero amarte porque simplemente me siento sola.
Te puedo superar fácilmente, estoy segura.
Todo el tiempo me pasa...
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