La princesa que creía en los cuentos de hadas.

Victoria deja de soñar y empieza a tener peleas constantes con Vicky por ser tan soñadora... queriendo intentar de una vez por todas seguir su vida, sin ser tan soñadora como sus padres le habían indicado que tenía que ser... como el código de princesas decía que ella tenía que actuar.

Realmente léanlo, es un libro muy hermoso... no se arrepentirán.

La lluvia entre tú y yo.

Una de las cosas que más amo es ver la lluvia, ver cómo las gotas se caen en las ventanas... y ver cómo se hacen cada vez más grandes los charcos en la calle...

Me gustaría saber si a tí también te gusta la lluvia, si quisieras estar al lado mío para verla... y abrazarme porque tengo frío. Pero me enteré de que te fuiste lejos, y tal vez nunca regresarás... Tal vez te irás para siempre... Pero así es esto, ¿no?

Yo no quería que te fueras, pero pude soportarlo.

Mírame, si puedes, estoy aquí... viendo cómo se derrumba todo, cómo se alejan tus memorias de mi.

Aquí estaré esperándote, con los brazos abiertos... pero dudo que mi corazón te siga amando como ayer.

La princesa que creía en los cuentos de hadas.

Vicky era el otro yo de Victoria.
Ambas, compartían sus sueños y querían hacerlos realidad juntas.
Pero todo cambia cuando Victoria crece.
Sabía que tenía que dejar sus tonterías de niña a un lado, porque era tiempo de madurar.
Ella creía que madurar implicaba hacer lo que sus padres siempre le habían dicho: no soñar tanto.
Vicky estaba triste porque Victoria se estaba olvidando de ella, y la encierra en su clóset; dejaba a esa pequeña niña que había crecido con ella, para convertirse en una buena persona y comportarse como una princesa, tal y como decía en el reglamento de princesas.
Y es así como Victoria crece, encontrando un día a su príncipe...

Por eso mejor hoy te largas, no te quiero cerca...

¿Qué pasaría si te confesara esto que siento?
-Sería mala idea, no?-
No lo haré... no te diré lo que siento, porque talvez no te interese.
No te interesará porque no me amas, y lo sé.
Sé que tu corazón pertenece a alguien que no te quiere... y es tan gracioso,
porque yo te amo, y tú la amas a ella...
Pero, creo que no te amo. Talvez es un sentimiento confuso.
Talvez sólo te quiera demasiado, y por mi soledad creo que te amo.
No quiero amarte porque simplemente me siento sola.
Te puedo superar fácilmente, estoy segura.
Todo el tiempo me pasa...

Simplemente lo amo...

Amo escribir, es lo mejor que hago. Siempre que escribo me pierdo por mucho tiempo, aunque lo triste es que a mi me parece que es poco el tiempo. Amo cuando llega la inspiración a mi, y sólo agarro un cuaderno, una pluma y comienzo a escribir. Es simplemente maravilloso. Es mi mejor terapia y siempre lo ha sido.
Sólo que ahora hay un pequeño problema, desde hace un año que dejé de escribir como lo hacía antes. Solía escribir más a menudo, aunque sea un pequeño poema, pero ahora nada viene a mi mente y me siento vacía. Desearía poder recuperar las palabras que perdí en el camino, aquellas que tanto amaba con pasión.
Estoy dispuesta a empezar de nuevo, es lo que necesito: un borrón y cuenta nueva.
Y prometo hacerlo.

La Princesa que creía en los Cuentos de Hadas.

Empecé esta noche a leer por tercera vez el libro de la autora Marcia Grad, La Princesa que creía en los Cuentos de Hadas. Es un muy buen libro. Me gusta mucho ya que siento que tengo algunas cosas en común con la protagonista de dicho libro.

Se trata sobre una princesa llamada Victoria, quien siempre pensaba que algún día sería rescatada por un hermoso príncipe que la trataría bien para toda la vida, como siempre lo leía en los cuentos de hadas... pero nada sucede como ella creía que iba a suceder. So... leánlo... es un muy bonito libro.